Análisis del Contrato Social de Rousseau.

Todo ser humano nace libre, pese a ello se encuentra encadenado en cualquier parte del mundo ya que su libertad está condicionada por una ley. Ciertamente es necesario seguir esos parámetros de conducta para evitar un caos social, por eso es que elegimos gobernantes que promuevan y hagan valer las leyes, pero ¿no sería también relevante el hecho de que cada persona pudiera ser tomada en cuenta de la misma manera en que muchas veces escuchamos a un político o un líder comunal? El sentir del pueblo queda hasta donde el dirigente quiera. Lo irónico es que la gente es quien pone a esas personas a la cabeza y muchas veces sucede que se nubla la idea de un bienestar para todos y la corrupción llega como una lacra para buscar su propio beneficio…

El Contrato Social de Rousseau plantea la forma de asociar la libertad y la ley, dando a cada persona lo que es capaz de administrar y brindando principal importancia en nuestra primera sociedad, la familia. Esta sociedad nos da las bases para formar nuestro carácter para todo lo que viene y es fundamental ya que de ella salen las personas con sus respectivos valores y antivalores al mundo social.

Llama la atención una frase muy célebre de Aristóteles en la cual menciona “Los hombres no son naturalmente iguales, sino que los unos nacen para ser esclavos y los otros para dominarlos” Esto es muy común en la sociedad en la que vivimos, siempre es necesario tener a una figura de mando para poder llevar un orden mejor de las cosas, pero vivimos en una sociedad muchas veces plagada de caciques, que lleva al enriquecimiento de unos y el empobrecimiento de otros.

Es necesario hacer valer nuestro punto de vista por más que se emplee una fuerza de poderes superior a la nuestra, aunque en la dinámica social en la que estamos, cuando la fuerza del poder es verdaderamente legítima, debemos ser fieles a sus mandatos. Eso sí, no hay persona que tenga la autoridad natural para dominar a otra, a su semejante; menos aún poniendo de primer escudo la fuerza, puesto que la misma no tiene derecho alguno de ser empleada. La mejor manera de emplear la autoridad es por medio de un pensamiento abierto y de una equidad entre ambas partes.

Hablando de la relación Estado a persona, la persona no tiene como enemigo a un Estado ya que las guerras se dan de Estado a Estado. Por lo tanto, es necesario conocer la historia de nuestra sociedad, sus inicios, sus primeros pasos. Todo aquello que nos pueda ayudar a poder aplicar un mejor tipo de sometimiento legal a todos aquellos que forman parte de ella.  Además de poder contar con la presencia de un soberano que pueda dar viabilidad a las acciones del bien común de nuestra sociedad (pueblo), para velar porque cada persona que conforme el espacio cumpla a cabalidad con lo pedido para su beneficio propio, en muchas ocasiones equitativo.

Es importante recalcar que todo hombre tiene derecho a poder contar con todo lo necesario para una vida realmente digna como ser humano. No hay cosa más agradable y satisfactoria que poder contar con las herramientas para un crecimiento a grandes pasos. Rousseau es un ferviente amigo de la libertad y en su Contrato Social expresa que todo hombre nace libre.  Todos somos dueños de nuestra libertad de expresión, de poder elegir lo que realmente nos conviene y aún más, el poder elegir en quien depositamos toda nuestra confianza. 


¿Cómo entendemos la efectividad de la política hoy en día?

La política no deja de ser efectiva en estos tiempos, ya que sigue siendo el medio de mayor relevancia para transmitir las nuevas corrientes de pensamiento, generadas por los distintos partidos políticos. Las masas que se mueven y los movimientos que se generan en torno a los distintos modelos políticos, son la principal muestra de la efectividad que tiene la política actualmente. Si bien es cierto, los niveles de abstencionismo siguen siendo altos, pero con esto no se quiere decir que la gente deje de verse identificada con los colores de un partido en específico, ya sea por tradición o por identificación, por lo tanto podemos concluir que a pesar de tiempo y las condiciones, la política sigue siendo efectiva y determinante en la vida social del mundo entero.